El mundo es inmenso y maravilloso. Tiene miles de recovecos para descubrir, desde Alaska hasta Kamchatka pasando por el resto del planeta; desde Groenlandia hasta Sudáfrica. Es... Simplemente impresionante, imposible de abarcar en su totalidad. Existe, por tanto, una gran diversidad de culturas y estilos de vida. Comunidades Amish, tribus indígenas, habitantes que solo pueden ocupar un centímetro cuadrado entre contaminación y telefonía y solitarios en medio de la inmensidad de las montañas. Envidiables cada uno de ellos, querríamos experimentarlos todos. Pero uno de los que más me llama la atención es el de Las Vegas. La ciudad más grande del condado de Nevada, EE.UU., sí. Les damos el nombre y se llevan el pecado. La "Sin City" exhala pecado por los poros. Las prostitutas, con una botella del whisky más caro, se contonean al lado de una tragaperras para avisar de que podrían hacerte llegar hasta el cielo en el condado más cercano que tenga menos de 400.000 habitantes. Se mire por donde se mire, una vida envidiable para el típico "vividor follador", un ciudadano americano hecho y derecho, al que ninguna mujer le espera en casa con la cena hecha y los hijos acostados después de un día duro de trabajo. Ese estilo de vida podrá ser envidiable en un principio, pero está llena de lagunas, tanto provocadas por el alcohol como por algunos otros huecos ajenos a lo etílico. ¿Acaso una madre no siente que sus hijos le hacen llevar una vida plena? Todo es duro y cuesta sacrificio en la vida real (el estilo de Las Vegas es bastante idílico e irreal, a decir verdad), pero puede merecer la pena. Levantarse cada mañana rebozado en Jack Daniels, con la droga desparramada por el colchón y una señorita pidiendo sus honorarios puede ser, en algún momento, el éxtasis o el nirvana de un hombre, pero siempre hay cosas que faltan. Estrellas del rock, magnates despreocupados y ludópatas empedernidos han situado su presente en Las Vegas, y han sido felices allí. Elvis decía "Viva Las Vegas", y no le falta razón... Pero, como la propia organización dice, "lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas". Y no es lo mismo volver con tu familia que comer una lata de berberechos en un motel de carretera. En "Trainspotting" decían: "Elige la vida". Simplemente se trata de elegir, aunque, elijas lo que elijas, siempre envidiarás lo ajeno. Porque la envidia es un pecado capital (según dice esa gran empresa llamada Iglesia), que por cierto, no solo vemos en la ciudad del pecado. El adinerado traficante de empleados mortificados en sus trabajos anhelará una familia verdadera, de esa que no se paga con dinero; el honrado trabajador mirará a su esposa mientras piense "Joder, ojalá estuviese yo en Las Vegas". Pero también es cierto que esto último es un pensamiento pasajero en la mayoría de los casos. Y como decían Los Beatles... "All you need is love". Ojo, que divertirse de vez en cuando tampoco está de más.
Elvis Presley & The Jordanaires – Viva Las Vegas - New Sound Remastered
http://www.youtube.com/watch?v=7uE2-cc4f_k
nurialesgp.blogspot.com --> REFLEXIONES INDIEPENDIENTES
No hay comentarios:
Publicar un comentario