jueves, 1 de marzo de 2012

Es que me desorino.

Como persona feliz que soy, me río de muchas cosas. Graciosas y no tan graciosas, pero me río. Me río yo de las desgracias propias para intentar sacar algo positivo. Me río yo de los gobernantes de este país. Me río yo de sus remedios para la crisis, mientras ellos se revuelcan en billetes (y todo sea dicho; ellos se ríen más que yo). Me río yo de vuestra falsa conciencia social. Me río yo de todo lo que aparentáis, y todo lo contrario que sois. Me río yo de vuestros "de este agua no beberé". Me río yo de vuestras cerradas mentes, me río de las cosas que hacéis a escondidas de la sociedad solo por no reconocerlo. Me río de las modernidades, y me río de lo gilipollas que fui cuando me creía moderna. Y cuando me creo escritora. Y demás disparates. Me río yo de lo cani, lo gótico, lo emo, lo rapero, lo indie, lo mainstream, lo vintage, lo fashion, lo dark, lo pink, lo underground y la madre que lo parió [y de la gente que intenta hacerlo exclusivo y original, cuando millones de personas hacen lo mismo]. Me río de que no llaméis las cosas por su nombre; el inglés mola más, está claro, pero unos "shorts" son unos pantalones cortos, y un "muffin" es una puta magdalena. Y si yo me llamo Nuria, no voy a ir a Cataluña/Catalunya y ponerle tilde a la "u" porque mi nombre va sin ella; y si Josep viene a Palencia, no va a llamarse José. Me río también de la gente que dice: "No, yo es que soy bipolar". ¿Acaso algún psicólogo te diagnosticó ese trastorno?. Me río de la gente que utiliza las palabras para encasillarse en un grupo de la sociedad, aún habiendo bastantes cosas que no comparta. Y ojo, yo soy republicana, socialista, de izquierdas, y de todo; pero día a día voy viendo que haría falta una definición demasiado extensa de cada uno de esos términos para definir lo que yo soy; y estoy segura de que yo no soy de esos grupos al 100%, tal y como se entienden hoy en día. Así que me río de mí misma. Me río de mis defectos. Como todo el mundo, me preocupo por ellos, pero una tiene que saber reírse de sí misma. Tiene que aceptarse tal y como es, y si quiere, intentar mejorar lo presente sin llevarse excesivas desazones. Así que me río en general de la sociedad. Hay una cosa que llevo queriendo decir muchos días: la mayoría de la gente me da MUCHÍSIMO ASCO; ¿por qué no se limita a meterse en sus asuntos? Si yo quiero escribir esto aquí, lo escribo. Si yo quiero llevar chándal, lo llevo; si aquella quiere llevar los calcetines en las orejas, que lo haga. Si yo quiero escuchar al Bieber, lo escucho, y si quiero escuchar Guns N' Roses, lo escucharé justo después. Y si quiero, después pondré a Ice Cube, Wham! y Amaral. Si yo quiero ver la MTV, la veo, y si después quiero poner un documental sobre la ocupación Nazi en Francia, ¿por qué no? ¿Quién lo prohíbe? Si yo quiero culturizarme tocando absolutamente todos los campos, lo hago, y si quiero cerrarme en banda, también. Yo sabré. Así que me río de los puristas. Y ojo, yo soy la primera que critica ciertas cosas de las de mi lista. Pero no puedo prohibirlas, ni quiero. ¿Acaso alguien me prohíbe a mí ir en vaqueros y Converse (o vamos, "playeras") y escuchar Marea? Me río yo de la peña que censura algo totalmente. La vida con censuras es aburrida. Yo, por ejemplo, me entretengo criticando a la derecha y a las niñas que morirían por un ídolo que en realidad no existe. Y más cosas. Pero cada uno hace lo que quiera, que para eso estamos en un país libre (o eso se decía). ¿Te gustaría que te prohibiesen tener ideología? ¿Que te prohibiesen tener en el iPod/mp3/cinta a los Who? Pues ya está. Vive y deja vivir. Sé feliz, y ríete, como yo. Que de tanto reírme casi me meo en los pantalones. Otra vez.